Entrevista padre Eduardo Levy
En la década de 1970, el padre Levy llegó a Colombia, no pasaría mucho para que otras naciones se sumaran a su pastoral.
El sacerdote llega a 50 años con su obra »Encuentros con Cristo», una misión de vida para los jóvenes
GUADALAJARA, JALISCO (03/NOV/2013).- Hace 50 años el padre Eduardo Levy S. J. emprendió una nueva vertiente en su camino pastoral a través de los “Encuentros con Cristo”, una forma de integrar a jóvenes en el sendero de la catequesis, con los que a través del tiempo dejaron de ser simples charlas para transformarse en una misión de vida más allá de las fronteras tapatías, pues el impacto de estas reuniones lograron arraigarse en América Latina y España.
Fue en el Instituto de Ciencias donde el padre Levy (Guadalajara, 1935) colocó la primera semilla de “Encuentros con Cristo” a un grupo de jóvenes estudiantes de primer grado de secundaria quienes encontraron en las palabras del sacerdote una nueva forma de comprender los misterios de Dios de una manera amigable y adaptada a sus inquietudes adolescentes.
El próximo 25 de noviembre, el Instituto de Ciencias realizará un fraternal festejo público para reconocer la labor de Levy a través de “Encuentros con Cristo”, donde se reunirán las diversas generaciones que forman parte de este movimiento pastoral.
A sus 78 años, el padre Levy recuerda cada uno de los encuentros que ahora ahondan en diversas facetas y mensajes especializados para niños desde los tres hasta los 17 años, así como temas focalizados en el bautismo, la confirmación, el matrimonio y el servicio a Dios, entre otros puntos de formación religiosa.
Los cimientos de la vocación jesuita del sacerdote se remontan a su infancia cuando en quinto grado de primaria da inicio a su formación en el catequismo, a través de la raíz cristiana de sus padres quienes lo impulsaron y avocaron en el trabajo de la evangelización y el servicio social.
En la mayoría de edad, se dirige de lleno hacia su formación sacerdotal al asegurar que este camino “es una escuela de espiritualidad, de tomarte muy en serio como cristiano, entregar la vida para irte asimilando a Jesús y para prepararte para ser apóstol”. En los dos años posteriores, el jesuita se adentra por completo en la divulgación de la catequesis, principalmente al llegar a San Cayetano —cerca del volcán de Toluca, Estado de México— en donde emprendió visitas entre los pueblos con la convicción de compartir los misterios de la fe.
Ante la quietud y simpleza de aquellas primeras charlas, el padre Levy idea la propuesta de la “brigada volante”, que sería la antesala de “Encuentros con Cristo”, pues el jesuita decide permanecer tres meses en cada una de las comunidades de la región para expresar una catequesis más estructurada. El éxito y la buena respuesta de los feligreses no se hicieron esperar.
Talento en la palabra y simpatía
Es aquí donde su talento en la palabra y la simpatía de su personalidad atraerían más la atención de los asistentes a sus dinámicas conversaciones, pues encontraría uno de los principales elementos de sus ponencias: el franelógrafo, una ligera manta en la que comenzó a emplear imágenes que ejemplificaban sus mensajes de manera directa y contundente.
“Este sistema me ha gustado mucho porque estás hablándole a los muchachos y apoyado en una figura, porque ahora tienen mucha memoria visual. Con eso me entrené a ser eficaz, a explicarme para que me entendieran bien, se motivaran y salieran transformados”.
Ya para la mitad de la década de los años 50, con 24 años de edad, el padre Levy regresa a Guadalajara para sumarse a la Ciudad de los Niños del padre Roberto Cuéllar y colaborar con la organización de las bodas de plata de la institución, además de tener un firme propósito de ayudar a los más necesitados. Ante la desbordante energía que el jesuita mostró al proponer diversos proyectos, el padre Cuéllar lo invita a integrarse en la enseñanza de la catequesis de manera oficial.
• Los símbolos y los niños
Tras un cambio de residencia, el padre Levy se traslada a Chihuahua con el padre Nicolás Gómez Michel, quien además de colocarlo como profesor en asignaturas como matemáticas, Historia y Filosofía, entre otras, le permite impartir las clases de religión, lo que también incrementó el talento al regresar nuevamente a Guadalajara en 1963, año en el que por fin oficialmente “Encuentros con Cristo” en el Instituto Ciencias.
Con el apoyo de los fallecidos compañeros jesuitas, los padres Carlos Bravo y Carlos Reinal, así como del retirado padre Gabriel Gómez Padilla, es como Levy arranca con el primer encuentro el 22 y 23 de noviembre de mencionado año, momento en topa con la chispa faltante.
“Ahí vi que hacía falta una pieza importante. Comunicar la religión no era solamente comunicar contenidos, sino que era lograr que los muchachos tuvieran una vivencia religiosa y significativa para ellos, adaptada de tal manera que se lograra, no solamente, que entendieran sino que quisieran cambiar de gobierno de sus antojos al gobierno de un Dios que les iba iluminando y los hacía mejorar como personas y grupo”.
La invitación que expresó a ese primer grupo resultó más que gratificante, pues todos sus alumnos asistieron de manera voluntaria a lo que hoy recuerda como una experiencia que le mostró el camino a seguir.
Es así como el padre Levy descubre que la amistad y los símbolos eran aspectos importantes para los niños, por lo que en ese primer encuentro realiza una fogata y pregunta: “¿En qué se parece Dios al fuego? Y empezaron a decir muchas cosas, que el fuego da luz y Dios también, que es fuerza y Dios también, que el humo que sale son como los pecados que se van. Yo estaba asombrado de todo lo que estaban diciendo, pensé que el poder, el de los símbolos, dice mucho más de lo que se puede decir en una conferencia”.
PERLA TAPATÍA
En busca de mejoras
En la Perla Tapatía el padre Levy dio rienda suelta a sus inquietudes de ayudar, basta con recordar sus esfuerzos y logros que consolidó al impulsar una mejor nutrición en la Ciudad de los Niños consiguiendo apoyo en las respetables señoras pertenecientes a la Congregación de San Felipe.
FE
Puertas abiertas
El lunes 25 de noviembre, el Instituto de Ciencias realizará una celebración en honor al 50 aniversario de “Encuentros con Cristo”, para festejar la fraternidad creada por el padre Eduardo Levy S. J. en la fe Hispanoamérica.
Domicilio: Instituto de Ciencias, Avenida Ávila Camacho 2935, Colonia Jacarandas, Zapopan.
Hora: 18:00 horas. Entrada libre.
Más información: www.encuentrosconcristo.org.
FRASE
«En cada edad hay despertares en la personalidad, algo que les está cambiando y les importa mucho. Si llegas en ese despertar, en eso que está surgiendo, es más fácil encaminarlos por el camino del bien».
Padre Eduardo Levy S. J.
Estimado Sacerdote Eduardo Levy;
No logré encontrar algún correo electrónico suyo para hacerle llegar esta pregunta, por lo que mi única opción es hacerlo por este medio.
Mi hija asistió a un encuentro este fin de semana pasado, y tengo una consulta con respecto a una de las dinámicas que realizó. Pusieron todos los niños sus alimentos en la mesas y después los niños fueron cambiados de lugar. Después se les preguntó a los niños si querían comerse el alimento que estaba frente de ellos o si querían comerse el alimento que ellos mismos habían llevado al encuentro.
A los niños que decidieron comer el alimento que ellos mismos habían llevado al encuentro, los sacaron del salón donde se estaba llevando el encuentro durante todo el tiempo de la comida. Afuera del salón, los sentaron en el piso y los separaron entre sí por alrededor de 6 metros a cada uno. Se les dijo que no podían hablar entre sí y los hicieron comer en el piso. Obviamente, todos los niños que fueron sacados del salón, estuvieron llorando mientras comían. Mi hija se estuvo preguntando a sí misma qué había hecho mal.
La pregunta que quiero hacerle es ¿cómo es que esta dinámica que usted diseñó puede distinguir a una persona egoísta de otra no egoísta?
Al decir que usted diseñó esta dinámica es porque así lo dijeron las psicólogas que dirigieron el encuentro.
Le pido porfavor que me ayude a comprender esto, ya que cada persona con quien yo platico esto, me dice que no le hayan sentido.
Gracias por su amable atención.
Le dejo mi número y mi correo por si deseara contestarme directamente.
Jesús Fuentes
jesusfuentes777@gmail.com
8332183607